Mamen García (voz, y piano en tracks 8 y 9) Albert Sanz (piano, rhodes) Javier Colina (contrabajo) Jorge Rossy (batería) Antonio Serrano (armónica) Manuel Hamerlinck (guitarra en tracks 2, 4, 6) Agustín Carbonell “El Bola” (guitarra en tracks 5 y 7) Carlos Martín (trombón y percusiones)
Producción musical: Albert Sanz. Producción ejecutiva: Mamen García – Berceruela, s. l.. Grabado en los Estudios Cata (Madrid) por Mario Barreiros.. Mezclado y masterizado por Mario Barreiros.
«Samba para una niña de marzo»
Yo no he conocido a mi abuela Raimunda, tampoco conocí al abuelo Nicolás, si quieres saber como vine al mundo, anda, ve y pregúntale a mi mamá.
Ella te dirá que me retrasé
en la cita, un sábado de marzo, al salir el sol, y una estrellita rosa se posó en mi gruta y… anuncióle a mi padre una gran virtud. “Una mujer….”. “Vaya, es otra mujer”. “Una mujer… hum… hum… ya llevamos tres
”.
«Como un milagro»
Como un milagro llegaste a mi vida sin ley ni tormento, sin espada ni puñal.
Como un milagro cerraste mis heridas, acariciaste el tiempo que me queda por ganar
Y ahora como un navegante sediento de nuevas lunas voy apagando las dudas que el tiempo me hizo sembrar…
Porque tú como un milagro amaneces en mi almohada sin darme o pedirme nada, sólo amar.. sólo amar…
Porque tú como un milagro… Como un milagro transformaste mi vida, tu vida se hizo en mi vida como un mar… como un mar… Porque tú como un milagro…
«Quieren vivir»
Quieren vivir, por mil demonios, sólo vivir, no confesar. La ingratitud aviva el alma, despierta, sal, bendice el asma…
Es una boda lo que celebran, dos extravios en una aldea. Quieren vivir, quieren morir, quieren seguir muy enlazados, hacer sus compras, fregar los platos, ir a las tiendas muy empolvados quieren vivir, sólo vivir… sólo vivir.
Quieren bañar a Adán su gato y el collarín ponerle al pato, tener robot y frigorífico,
unir sus manos ante el suplicio, quieren besar “maredeuetas”,
hacer un pub con cruz y rejas, quieren vivir, sólo vivir… sólo vivir.
Hacer bolillos, hacer “ croché”, cambiar el cielo de los ahorcados. Quieren gemir a cualquier hora, coser camisas, besar la aurora desde aquel día en que se celebra su gran amor, su gran terror, hoy talismán de su locura. Hay quien pronuncia que no hay cordura entre dos seres con tanta luna si por vivir… sólo vivir… sólo vivir.
«La vida no es de color de rosa»
La vida no es de color de rosa para las madres con crías aunque algunos digan que el amor todo lo hace bonito.
La vida no es de color de rosa para una mujer que espanta por usar zapatos del cuarenta ó estar mellada….
La vida no es de color de rosa para una universitaria
que madruga cada día para entrar en la fábrica.
La vida puede ser para ti roja como una manzana cuando tu cuerpo tiembla como esta madrugada cuando su abrazo fue el primer resplandor de la mañana.
«Eres tan solo una mujer»
Eres tan solo una mujer… una mujer … una mujer… una mujer…
En la mano un candil como una rosa de abril y los pies en los estribos, no saber correr visillos.
Y en el pecho un niño hambriento y en la cabeza espesura, ni una pizca de amargura en sus ojos bien abiertos.
Entre chabola y chabola las coladas hacen cola y con periódicos viejos
te fabricas una alcoba. Eres tan solo una mujer… una mujer … una mujer… una mujer…
Con el guiño de mil ojos y metal en las orejas, con el trasero goloso para el mirón de la tienda
y el delantero agachado por ser mamá antes que niña. Dios te bendiga, gitana, mujer bonita, adivina.
Entre chabola….. (bis)
«De esta melancolia»
Tú tienes el secreto, deprimido iluso, afligido por Mercurio de tanto discurrir. Tú tienes la pregunta, cronista indecente que escondes la respuesta por no mentir. Y tienes la sapiencia, que no aguanta tu nombre cuando te echas las cartas, para sobrevivir…
“Que de esta melancolía turbadora y precisa mamá pondrá la guisa que te hará estallar de risa como te gusta a ti”.
“Que los dias son tan lentos y la noche tan juntita,
que no crecen margaritas más que en las noches de abril”. (bis)
Tú tienes la pregunta, terco plagio de tu coco, algunos te llaman “moco” por postín. Y tienes los zapatitos nuevitos de tus amores cada mañana puestos junto a tu batín. Y tienes las pastillas cerquita de tu mesilla, pues se te ha olvidado ser presumido comodín.
“Que de esta melancolía…”
«Baila Maria»
Entre un jardín de rosas anda María descalza y entiende que con sus pies puede bailar hasta el alba.
Sabéis que no tiene manos, se las llevó la descarga, ella le echa la culpa al gato pues teme otra canallada de los que dicen que el sol no sirve para nada, sólo para los turistas que dicen les gusta España.
La, la, la, la.
María acude despacio al Palmar de la albufera a ver la puesta de sol con barquita y una vela, está mirando una nube.
La nube la observa a ella y no entiende lo que pasa, pero una larga escalera sale de su corazón inmenso como una esfera, y muy cerquita la nube besa sus labios de fresa.
La, la, la, la.
«Canciones para nadie»
Y seguiré escribiendo canciones para nadie, mientras las bobas luchan, se van haciendo grandes, anónimas y tiernas, besos de madre. Algunas te comprenden, unas hacen la calle, otras se inyectan carga para seguir adelante, por eso no puedo amarte, por eso no puedo amarte…
Y seguiré escribiendo canciones para nadie. Me han dicho: “las ruletas… no funcionan sin guantes…”. Se rebelan las ancianas, adolescentes de antes,
por eso no puedo amarte, por eso no puedo amarte.
Y seguiré escribiendo canciones para nadie. Me han dicho en las esquinas que hace frío en el aire, que el tiempo llama sin tregua a las bobas de antes. Atrévete con las niñas, atrévete aunque dispares.
Y seguiré escribiendo canciones para nadie, por eso no puedo amarte, por eso no puedo amarte…
«La base imponible»
Con el destino flotando y los perros en la acera, habré de tocar madera por ser fiel a lo que quiero.
Ante el sutil desencanto disfrazado de abalorio, ordenaré el velatorio después de tragar amianto.
Por si acaso, echar raices para que sepan que existes,
no se olviden los chacales que hay cachorros muy leales, y, por si acaso envenenan tu cena más exquisita, date prisa, date prisa a rezar a santa Rita”.
Es increíble, insostenible, insoportable, la base imponible. Es increíble, indestructible, inadmisible, la base imponible.
Cha, cha, cha… Cha, cha…
«Me acostumbre»
Me acostumbré a tus brazos, me acostumbré a tu miel, me acostumbré a decir que todo estaba bien.
Me acostumbré a tus noches, me acostumbré a saber que es insignificante razón de ser mujer.
Me acostumbré a tus manías, al sol de cada día, a tus ojos de sueño y a la melancolía.
Antes solías decir: “Eres maravillosa, tus manos son hermosas y tu mirada me hace tilín”. Antes solías hacer de nuestro mundo tanto amor. Ahora te acuestas con el televisor, y el encanto de la T. D. T. te acuna hasta el bostezo, nos vamos dando el trasero, buenas noches, ¡dulces sueños! (a swing)
«Como un encuentro»
Me acostumbré a tus brazos, me acostumbré a tu miel, me acostumbré a decir que todo estaba bien.
Me acostumbré a tus noches, me acostumbré a saber que es insignificante razón de ser mujer.
Me acostumbré a tus manías, al sol de cada día, a tus ojos de sueño y a la melancolía.
Antes solías decir: “Eres maravillosa, tus manos son hermosas y tu mirada me hace tilín”. Antes solías hacer de nuestro mundo tanto amor. Ahora te acuestas con el televisor, y el encanto de la T. D. T. te acuna hasta el bostezo, nos vamos dando el trasero, buenas noches, ¡dulces sueños! (a swing)
«No me dosifiques»
Dos vida tiene tu papá, pero siete tiene la gata. Dos caras tiene Encarnita, dos piernas tiene el tambor, dos lápices de colores se van haciendo el amor. Dos veces me has confundido, dos cosas te he de enseñar. Si no te aprendes dos cosas nunca te vas a acordar.
No me dosifiques, no me vampirices, no soy un tabú, ni soy la virtud… (bis)
Dos cielos mudan la historia, dos círculos de compás. Si te equivocas de ruta, muy mal lo vas a pasar. Dos lobos tuvo la loba, dos lobos para criar. El uno fue a Zaragoza, el otro a La Internacional.
Dos voces sincronizadas son dos voces, nada más. Dos tonos muy separados quedan aterrorizados.
No me dosifiques…
Dos labios son una boca, dos bocas para un collar, dos cuellos y una corbata y un sueño que remendar. Dos cardos en tu cocina, dos leños en el zaguán, tu número de la suerte tiene la forma de un pan. De pan, pan, pan, estás hecho, de suerte te cocerás, ¡Dios mío, si no espabilas muy pronto te comerán!
No me dosifiques…
«Para no perderte»
Para no perderte invento fracasos, duermo boca abajo. No quiero soñar
Para no perderte invento la destreza de hacer de mi cabeza un arma letal.
Que no te quite el sueño la historia que hay afuera, por ti mi mundo explica
tan extraña verdad. Y para no perderte, por si pudiera tenerte, te arrastraría a mi suerte con un íntimo final…
Acaso estamos dormidos, acaso andamos despiertos, tú en mí lento, yo en ti siento que… ya no hay tiempo… no hay tiempo.
«La actriz y cantante Mamen García ofrece en El cofrecito un trabajo valiente, de cosecha absolutamente genuina, en el que canta con agradable voz al tiempo que compone, escribe, produce y edita un total de trece cortes de estética feminista. No es poco mérito, con la que está cayendo, meterse en aventuras de esta enjundia. El resultado es un disco divertido y desenfadado, con una media sonrisa que es una mueca a la vez alegre y triste. Hay en las letras inspiraciones de la canción de autor desde Serrat, Sabina hasta otros de nuestro días. Los arreglos, que no se salen del guión, son efectivos. Además, Mamen García ha sabido rodearse de excelentes músicos como lo son su propio hijo Albert Sanz (responsable además de la producción musical), un teclista que brilla con luz propia en sus intervenciones, tanto al piano como en el fender, como suele ser habitual, por otra parte. Completa el trío nada menos que Javier Colina al bajo y otro histórico como Jorge Rossy a la batería. Con tales armas se consigue mantener un nivel musical muy alto, reforzado por las aportaciones de los destacados colaboradores, especialmente Manuel Hammerlinck».